La tendencia de los jóvenes de hoy, más que
antes, viene demostrando que han perdido su originalidad en todos los campos.
·
Las
modas en su vestir y casi todos sus gustos y estilos de vida les son impuestos
externamente, promocionados por estereotipos manipulados por personajes ocultos
tras las grandes industrias de ropa, calzado, perfumes, cosméticos y accesorios
de todo tipo, generándoles sensaciones de carencia e insatisfacción mientras
aquellos llenan sus arcas, rotando y manipulando las modas según su
conveniencia.
·
Las
marcas de cigarrillos, licores y otros similares, las promocionan en dirección
de los cuatro puntos cardinales capturando incautos que se creen grandes por
asumir conductas que ni siquiera para los adultos son convenientes porque
atentan contra la salud y por ende contra la vida.
·
Los
modelos de belleza se importan, se exportan y se venden en los quirófanos,
despertando en los adolescentes inconformidad por sus cuerpos y socavando con
ello su autoestima, sus valores y generando rechazo por sus propios estilos de
vida.
·
A
lo anterior hay que agregar las imágenes erótico-pornográficas que de todo tipo
promocionan a supermodelos sexuales con los que hacen soñar y fantasear a
nuestros adolescentes, pero que son sacados de otra realidad: perfectos,
insaciables, complacientes, invulnerables, dioses y diosas del amor capaces de
crear y complacer cualquier fantasía sexual, pero que en nada se compadecen con
los modelos de carne y hueso que somos en cada “realidad” y que, por lo tanto,
los induce a cambiar esos modelos una y otra vez en pro de esa otra realidad que
sólo vive en su imaginación y que por lo mismo es imposible de saciar. Este
asedio de imágenes llegadas por todos los medios masivos de comunicación,
ajenos al control de autoridades, padres de familia y docentes, no sólo le roba
a los adolescentes la posibilidad de soñar, crear, vivir, disfrutar y enfrentar
sus propias necesidades y fantasías sexuales sino que les introyecta conductas
ideales de necesidad, tan deseables como difíciles de complacer, que los
empujan a una permanente búsqueda que no logra satisfacerlos porque no les
pertenece y sólo existen en el mundo de una importada fantasía que considera
propia, que de igual forma los coloca frente a la cruel realidad de los
embarazos no deseados y frente a enfermedades de transmisión sexual.
¿Cómo apaciguarles su estado de
insatisfacción si no los hemos colmado de autoestima? ¿Cómo borrarles su ideal
sexual imaginario/fantasioso si no los hemos acompañado a entender y a
enfrentar su propia realidad?
Si no nos fue posible llegarles a tiempo con
el mensaje de los valores como escudo que los protegiera de la avalancha de
imágenes erótico-pornográficas, distorsionadas y alejadas de su realidad y en
extremo perturbadoras, presentémosles la alternativa de la anticoncepción para
que no se degraden más en la nueva forma de deshumanización que significa el
aborto o se ahoguen en sus sentimientos de insatisfacción, pero a su vez de culpa, por los daños
ocasionados a otros a
través del aborto y sus funestas consecuencias en las jóvenes que lo practican.
No hay comentarios:
Publicar un comentario